viernes, 1 de junio de 2012

EL SORTEO

UNA FORMA ORIGINAL DE TRABAJAR LAS MATEMÁTICAS


Una de las principales dudas que me surgió este curso con mi clase fue la manera de sentarlos en las sillas para los momentos de trabajo individual. No quería formar grupos preestablecidos porque me parecía forzar demasiado la búsqueda del conflicto cognitivo y prefería que se interrelacionarán más entre ellos, creando grupos más heterogéneos. Tampoco me parecía buena idea dejarles elegir su silla libremente (los viernes sí les dejo), porque esto condicionaría en exceso las relaciones, es decir, los más afines buscarían sentarse siempre juntos y así se verían muy comprometidas las relaciones en el grupo. Además, quería encontrar una solución que aportara algún contenido educativo, como debería de ser en todas las situaciones que se viven en el aula.

Por tanto, después de mucho pensar, se me ocurrió una solución que me ha funcionado estupéndamente. Los asientos se designarían por sorteo. De ese modo, numeré todas las sillas y en una bolsita de tela metí tarjetillas con los números de las sillas. El encargado/a de cada día, como una rutina más de la asamblea, va llamando por orden de lista (primera situación educativa) y cada uno recoge su número sin mirar. Posteriormente, busca su silla con el número que le ha tocado (segunda situación educativa). Una vez que se sienta, espera a que todos ocupen sus sillas y el encargado cumple con el siguiente ritual: va diciendo los números por orden y el que lo tenga levanta la mano y lo vuelve a depositar en la bolsa (tercera situación educativa). Todo este proceso se regula mediante una serie de normas: bien sentados, guardar silencio, prestar atención a su número... (cuarta situación educativa).

Como curiosidad, os diré que me ha servido mucho para trabajar la paciencia y la espera con un alumno TDAH, el cual cumple perfectamente con la rutina, ya que está muy estructurada.

Además, algunos de los encargados y encargadas me piden incluso hacer el conteo al revés, de mayor a menor. Por tanto, se atiende muy bien a la diversidad con este procedimiento. Incluso os podríais preguntar que si siempre cogen su número por orden de lista, los primeros lo tendrán más difícil que los últimos, ya que habrá menos sillas ocupadas. Pues para evitar eso, el encargado pasa lista a partir de su nombre hacia abajo. Solucionado.

Incluso podemos complicarlo todo lo que queramos: pares, impares, números salpicados...

Lo más importante es que los grupos son variados a diario, ya que el azar es el que determina el asiento. Todos los días aparece un nuevo número en su rutina de aprendizaje, a veces será más fácil y otras más difícil, pero seguro que vivenciarán ambas situaciones. Una vez al mes, aproximadamente, cada uno tendrá que hacer un conteo global porque le tocará ser encargado. Y además, aprenden a manejar los números de una forma natural, con un interés especial, porque ese es el sitio que ocuparán ese día.

Ahí os dejo unas fotos del proceso.
 




2 comentarios:

  1. Tu blog me parece genial. Tienes un montón de ideas que me encantan, se nota que bebemos de las mismas fuentes. Espero no tardar mucho en tener el mío propio y poder también exponer mis experiencias. Muchas gracias por compartir.

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  2. Gracias por tu apoyo incondicional y tu paciencia con niños que como Pablo han necesitado de un apoyo especial, muchos de los logros de él se han logrado en buena parte por ti y sus padres nos sentimos muy orgullosos. Ya te echa de menos. Gracias por todo.

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